Vida en el fondo marino con peces tropicales y corales
Objetivo 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible

Descripción

Los océanos del mundo —su temperatura, química, corrientes y vida— mueven sistemas mundiales que hacen que la Tierra sea habitable para la humanidad. Las precipitaciones, el agua potable, el clima, el tiempo, las costas, gran parte de los alimentos e incluso el oxígeno del aire provienen, en última instancia, del mar y son regulados por este. Históricamente, los océanos y los mares han sido cauces vitales del comercio y el transporte. La gestión sostenible de este recurso mundial esencial es una característica clave de un futuro con bienestar.

Mensajes clave de la región sobre los temas que aborda el ODS 14 y sus metas

      • Históricamente, los océanos y los mares han sido cauces vitales del comercio y el transporte. La gestión prudente de este recurso esencial es una característica clave del futuro sostenible.

      • La calidad de las aguas marinas en las zonas cercanas a la costa se ve afectada por el vertido de desechos sólidos y líquidos de las embarcaciones, las redes de pesca abandonadas y las descargas de aguas de lastre; los efluentes de los ríos, que incluyen la escorrentía de productos químicos agrícolas; el tratamiento inadecuado de aguas residuales; la deforestación, y el desarrollo costero.

      • En ciertas zonas, la alteración de los flujos de fósforo y nitrógeno y agua ha generado “zonas muertas”, como se denomina a las que contienen cantidades muy bajas de oxígeno. En América Latina y el Caribe existen entre algo más de 20 y 30 de estas zonas . El análisis del indicador de agua limpia, una medida del grado de contaminación del océano, muestra que los problemas de calidad del agua están muy extendidos, pero son más graves en algunas zonas ecuatoriales, especialmente en partes de Asia, África y Centroamérica.
      • El transporte marítimo transfiere especies acuáticas invasoras como resultado del cambio de agua de lastre de los buques. Esta es una de las cuatro mayores amenazas para los océanos del mundo y puede tener efectos graves en el medio ambiente, la economía y la salud pública. Sin embargo, la capacidad de los países para identificar, controlar y erradicar las especies exóticas invasoras es todavía muy limitada.

      • El mar Caribe es el que sufre la mayor contaminación por plásticos en el mundo, después del Mediterráneo.

    Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe

    Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe

    El análisis sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que aquí se presenta es el resultado de los debates que tuvieron lugar en el marco del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, convocada bajo los auspicios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Desafíos y oportunidades para la implementación, el seguimiento y el examen del ODS 14 y sus metas

    • Desafíos

      • Para restaurar la salud y la productividad de los océanos, mares y costas, la acción internacional es imprescindible. Se requiere fortalecer la cooperación, la investigación, el seguimiento conjunto y el desarrollo de alertas tempranas por fenómenos cada vez más frecuentes como las floraciones de algas, el incremento de la mortalidad masiva de organismos marinos, los cambios en las rutas o las épocas de migración de las especies migratorias, el incremento de las marejadas o la presencia de especies exóticas invasoras, entre otros.

      • Cuatro de las diez metas establecidas en el ODS 14 deben haberse cumplido en 2020 (14.2, 14.4, 14.5 y 14.6) y una (14.1), en 2025. Tres de las cuatro primeras no se van a alcanzar y los países deben comprometerse a realizar esfuerzos mucho mayores para avanzar hacia su cumplimiento, especialmente en lo que respecta a la sobrepesca, la pesca ilegal, la pesca no declarada y los incentivos que contribuyen a estas actividades.

      • Si bien en América Latina y el Caribe la meta 14.5 se ha alcanzado a nivel regional, la mayoría de los países están muy lejos de proteger el 10% de sus zonas económicas exclusivas (ZEE). Cabe reconocer que los avances realizados en materia de protección de la superficie marina se han dado gracias a que algunos países han protegido un porcentaje importante de su ZEE. Sin embargo, en general lo han hecho en zonas muy alejadas de la costa (mar adentro). Las costas, que son más vulnerables y están expuestas a una mayor concentración de amenazas, suelen contar con pocas áreas marinas protegidas.

      • La contaminación y la acidificación de los océanos tiene un efecto adverso sobre el funcionamiento de los ecosistemas y la biodiversidad de las aguas costeras y también afecta negativamente a la pesca en pequeña escala.

      • El desarrollo de infraestructura en las zonas costeras (puertos e infraestructura turística y productiva) ha degradado o destruido ecosistemas de protección natural como manglares y praderas marinas. Estos ecosistemas son esenciales para filtrar los contaminantes nocivos; absorber los nutrientes de la escorrentía; atrapar los sedimentos, aumentando la claridad y la calidad de las aguas marinas; capturar elevadas concentraciones de carbono (los manglares pueden hacerlo en mayor medida que una selva tropical), y proteger las costas, entre otras cosas. Además, desempeñan un papel importante en el desarrollo del ciclo de vida de especies de importancia económica y favorecen el ecoturismo.

      • Si bien existen instrumentos que apoyan el manejo de la basura plástica originada por las embarcaciones en el mar, no existen protocolos conocidos o procedimientos estándares para atender el manejo diario de la basura. Las evaluaciones de los costos y el impacto de la basura marina originada por el turismo requiere una mayor investigación.

      • A pesar de sus contribuciones fundamentales a la nutrición, la seguridad alimentaria y los medios de vida locales, muchas comunidades pesqueras a pequeña escala continúan marginadas.

      Oportunidades

      • Los océanos (incluidos las islas, los mares y las costas) y ecosistemas marinos presentan oportunidades excelentes para abordar de manera integral y sinérgica varias metas de la Agenda 2030; en especial, las soluciones basadas en la naturaleza que pueden ayudar a disminuir los riesgos de marejadas y la entrada a tierra firme de huracanes y contribuir a la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos. El 25° período de sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 25), celebrado en 2019 en Madrid, ha sido llamado la “COP Azul” por la especial atención que se ha dedicado a este tema.

      • Los océanos son muy importantes para la consecución de metas sociales como la igualdad de género, el aumento del trabajo decente, la disminución de los conflictos ambientales, la reducción de la pobreza o la erradicación del hambre.

      • La acuicultura, que está creciendo de forma muy significativa en la región y en el mundo, podría aumentar la producción de algas y organismos filtradores que no requieren insumos de alimentación y que, por el contrario, generan beneficios adicionales al filtrar el agua y, en el caso de las algas, capturar carbono y contaminantes.

      • Cada vez más empresas se unen a la lucha contra el exceso de plástico en los océanos, mediante iniciativas que incluyen desde el desarrollo de nuevos materiales biodegradables que reemplacen el plástico hasta la búsqueda de enzimas y organismos que lo degraden. Otros ejemplos son zapatillas y camisetas fabricadas a partir de redes de pesca en desuso, envases biodegradables y empaquetados ecológicos.

Lecciones aprendidas y buenas prácticas con respecto al ODS 14 y sus metas

      • La prohibición del uso de bolsas plásticas en un número creciente de países —entre ellos, la Argentina, Chile y México— es un paso en la dirección correcta para avanzar en la consecución del ODS 14.
      • En el marco del Programa de Mares Regionales, existen tres convenios en la región: el Convenio para la Protección y el Desarrollo del Medio Marino de la Región del Gran Caribe (administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)), el Convenio para la Protección del Medio Ambiente y la Zona Costera del Pacífico Sudeste y el Convenio de Cooperación para la Protección y el Desarrollo Sostenible de las Zonas Marinas y Costeras del Pacífico Nordeste.

Recomendaciones desde América Latina y el Caribe para alcanzar el ODS 14 y sus metas

      • Para lograr el ODS 14 en 2030, es necesario que los Gobiernos de la región identifiquen las áreas de mayor riesgo y las estrategias de adaptación más integrales y eficaces en función de los costos.

      • Las áreas marinas protegidas deben ser administradas de manera efectiva y contar con recursos suficientes y regulaciones que ayuden a reducir la sobrepesca, la contaminación y la acidificación de los océanos.
      • Los servicios de protección de manglares y arrecifes de coral frente a fenómenos meteorológicos extremos y al cambio climático son importantes. Tal como debe hacerse con los ecosistemas terrestres, es necesario priorizar la protección de los ecosistemas marinos, equilibrando el uso sostenible y la conservación de la biodiversidad y los hábitats.

      • Se debe promover la generación de información científica y mejores datos, así como el desarrollo de mejores prácticas. La elaboración y aplicación de instrumentos de gestión de zonas marinas ha de combinarse con otras medidas de conservación para evitar efectos negativos en otros ámbitos.