Vista panorámica del puerto de Valparaíso en Chile
Objetivo 9: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación

Descripción

Las inversiones en infraestructura (transporte, riego, energía y tecnología de la información y las comunicaciones) son fundamentales para lograr el desarrollo sostenible y empoderar a las comunidades en numerosos países. Desde hace tiempo se reconoce que para incrementar la productividad y los ingresos y mejorar los resultados sanitarios y educativos se necesitan inversiones en infraestructura.

 

El ritmo de crecimiento y urbanización también está generando la necesidad de contar con nuevas inversiones en infraestructuras sostenibles que permitirán crear ciudades más resistentes al cambio climático e impulsar el crecimiento económico y la estabilidad social.

 

Además de la financiación gubernamental y la asistencia oficial para el desarrollo, se está promoviendo la financiación del sector privado para los países que necesitan apoyo financiero, tecnológico y técnico.

Mensajes clave de la región sobre los temas que aborda el ODS 9 y sus metas

      • Lograr las metas del ODS 9 es fundamental para desencadenar fuerzas económicas dinámicas y competitivas que generen empleo e ingresos, facilitar la introducción y promoción de nuevas tecnologías y el comercio internacional y propiciar el uso eficiente de recursos.

      • La región debe acelerar el desarrollo de su sector de manufactura y aumentar la inversión en investigación científica e innovación para poder cumplir con el ODS 9 en 2030.

      • La importación de tecnologías limpias representa una carga adicional sobre la cuenta corriente de algunos países de la región, que se suma a la restricción externa proveniente de sus patrones de especialización, del peso de la deuda externa y de las remesas de beneficios de las empresas extranjeras.
      • La convergencia entre innovación y sostenibilidad favorece la confluencia entre las eficiencias económica y ambiental. El caso de las ciudades sostenibles es un ejemplo de políticas en las que convergen y se refuerzan diversos objetivos, sectores y actores.

      • El progreso tecnológico debe estar directamente ligado a los esfuerzos para alcanzar los objetivos medioambientales, con un desacople entre el crecimiento económico y el uso de recursos naturales y una mayor eficiencia energética.

      • Para aproximarse a la frontera tecnológica, la región debe esforzarse por absorber, difundir, adaptar y mejorar las tecnologías de acuerdo con las condiciones ecológicas, sociales y económicas que le son propias. Solo así será capaz de aprovechar eficazmente el avance tecnológico global y participar en algunos de sus segmentos.

    Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación en América Latina y el Caribe

    Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación en América Latina y el Caribe

    El análisis sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que aquí se presenta es el resultado de los debates que tuvieron lugar en el marco del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, convocada bajo los auspicios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Desafíos y oportunidades para la implementación, el seguimiento y el examen del ODS 9 y sus metas

    • Desafíos

      • El avance de la penetración de Internet continúa en América Latina y el Caribe. Sin embargo, quedan pendientes problemas relacionados con la calidad y la equidad del acceso.

      • Los países que han logrado reducir las diferencias de ingreso per cápita con las economías más avanzadas lo han hecho transformando sus patrones de especialización. Sin embargo, América Latina y el Caribe no ha sido capaz de transformar su estructura productiva con una velocidad e intensidad similar a la de economías asiáticas como China. Su patrón de especialización ha cambiado poco en los últimos 30 años y en algunos casos se han profundizado los patrones existentes.

      • El auge de las materias primas tuvo efectos positivos sobre diversos indicadores económicos y sociales, pero al mismo tiempo agudizó (en los casos de América del Sur y el Caribe) la “primarización” de las exportaciones, razón por la cual el fin del auge vino acompañado de una desaceleración económica.

      • América del Sur depende de las exportaciones de recursos naturales y de manufacturas intensivas en recursos naturales como fuente de divisas. Estas últimas cumplen también un papel clave en las exportaciones del Caribe y Centroamérica.

      Oportunidades

      • La oferta total de energía en América Latina y el Caribe todavía depende significativamente de los hidrocarburos, a pesar del enorme potencial que la región posee en el ámbito de las fuentes renovables, que presentan, además, una notable complementariedad geográfica y estacional.

      • La simple importación de tecnología es solo el comienzo de los procesos de aprendizaje, difusión e innovación en materia de tecnologías ambientales, ya que cada país y cada región tienen características muy específicas.

      • Ignorar la necesidad de desarrollar capacidades propias implica perder una ventana de oportunidad para reducir la brecha tecnológica, así como para promover el aprendizaje y la inversión. También implica una pérdida de eficiencia ambiental por cada dólar que se invierte en tecnología y equipos importados, dado que estos resultan menos eficientes cuando no existen las capacidades y la innovación locales para complementarlos.

Lecciones aprendidas y buenas prácticas con respecto al ODS 9 y sus metas

      • En México, las manufacturas de media y alta tecnología representan un alto porcentaje de las exportaciones totales. Sin embargo, en el caso de las exportaciones de alta tecnología, los datos reflejan —más que un cierre de brechas con la frontera tecnológica— la fragmentación de las cadenas productivas, en las que México se inserta en los segmentos más intensivos en mano de obra.

      • En la región, el Brasil es el país que cuenta con más sitios de intercambio de criptomonedas, la Argentina lidera en cuanto a número de empresas y México registra el mayor volumen de intercambio de monedas digitales.
      • En 2018 se aprobó en México la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, que busca normar la provisión de servicios financieros como los pagos electrónicos, el financiamiento colectivo (crowdfunding) y los activos virtuales. Para su aplicación es preciso actualizar otras nueve leyes, incluida la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita. Con esta normativa, el Banco de México pasa a ser el encargado de autorizar activos virtuales que puedan servir como medios de pago en plataformas de tecnología financiera digital (fintech).

Recomendaciones desde América Latina y el Caribe para alcanzar el ODS 9 y sus metas

      • Para promover el crecimiento económico y el empleo en América Latina y el Caribe y, al mismo tiempo, evitar o mitigar los efectos sobre el medio ambiente que esto conlleva, es necesario diseñar políticas que favorezcan las inversiones en tecnologías, bienes y servicios asociados a un sendero de desarrollo bajo en carbono y a una menor huella ambiental. Este sendero representa la base productiva y tecnológica del desarrollo sostenible.

      • Es preciso redefinir incentivos y marcos institucionales de modo que fortalezcan el papel orientador de la inversión pública y promuevan una mayor cooperación público-privada. El papel orientador del sector público se vuelve especialmente importante para generar los mercados relevantes en materia ambiental.
      • Las actividades que afectan negativamente el medio ambiente y que, además, crean relativamente poco empleo y escasos encadenamientos productivos deben ser sustituidas por un conjunto más diversificado de actividades que tengan una huella ambiental menor y un mayor impacto en el empleo y el ingreso.

      • Es esencial fortalecer y actualizar las capacidades tecnológicas propias de la región para reducir gradualmente su déficit de bienes con un mayor componente tecnológico, así como aplicar una política que combine adecuadamente la demanda de nuevas capacidades con la educación y la formación profesional en las nuevas áreas de la tecnología ambiental.