Gente recibiendo un plato de comida solidaria
Objetivo 2: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible

Descripción

América Latina y el Caribe están en pleno proceso de transición nutricional, pero con una alta heterogeneidad de situaciones. Mientras hay países que han avanzado significativamente en la lucha contra la desnutrición infantil, su prevalencia se mantiene en niveles elevados en algunos, y en otros el sobrepeso y la obesidad se incrementan de manera alarmante. Muchos países y regiones experimentan la doble carga de la malnutrición.

 

La producción de alimentos es superior a los requerimientos de toda la población. El mayor problema es la desigualdad de acceso a bienes alimentarios de calidad y el adecuado equilibrio de calorías y nutrientes.

 

Mensajes clave de la región sobre los temas que aborda el ODS 2 y sus metas

      • Algunas de las causas principales de las tendencias negativas en relación con el logro del ODS 2 son la recesión económica, que reduce la capacidad fiscal de los países para proteger a las poblaciones más vulnerables ante el aumento de los precios y la pérdida de ingresos, condiciones climáticas adversas que afectan la disponibilidad de los alimentos y sus precios, y los conflictos armados prolongados.

      • Se observa un incremento de la obesidad y un déficit de micronutrientes, de manera generalizada, y no solo entre los niños y niñas, sino también entre los adolescentes y en la población adulta. Cabe mencionar que, aun cuando se registra un incremento del sobrepeso en la población en general, en Chile, Costa Rica, Guatemala, Haití, México, el Perú y el Uruguay se observa una disminución del sobrepeso y la obesidad entre los menores de 5 años.
      • A fin de mejorar la resiliencia y la capacidad de adaptación de los pequeños productores de alimentos es importante brindarles apoyo para que mejoren su productividad agrícola.

      • La inseguridad alimentaria es un problema de derechos humanos y de desarrollo económico. Su presencia en países con alta producción de alimentos es un ejemplo claro de la ineficiencia de la desigualdad.

    Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible

    Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible en América Latina y el Caribe

    El análisis sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que aquí se presenta es el resultado de los debates que tuvieron lugar en el marco del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, convocada bajo los auspicios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Desafíos y oportunidades para la implementación, el seguimiento y el examen del ODS 2 y sus metas

    • Desafíos

      • La malnutrición, ya sea por déficit o por exceso, representa un alto costo para los países, tiene consecuencias a lo largo del ciclo de vida de las personas y aumenta el riesgo de que desarrollen ciertas enfermedades, al mismo tiempo que puede incrementar la mortalidad y el ausentismo laboral. Asimismo, la desnutrición afecta el desarrollo cognitivo de niños y niñas en los primeros años de vida, generando futuros déficits en el aprendizaje.

      • Es necesario mejorar el acceso universal a dietas de calidad, avanzar en políticas para disminuir la comercialización de productos con alto contenido en sal, azúcar, calorías y grasas saturadas, fortalecer los programas de micronutrientes y expandir la protección social para mejorar la capacidad de compra de alimentos.

      • Se requieren políticas que enfrenten la malnutrición a lo largo de todo el ciclo de vida. Los primeros 1.000 días son fundamentales para prevenir la transmisión intergeneracional de la malnutrición, para lo cual es central la universalización del control del embarazo y del seguimiento de madre y bebé.

      • La inversión en el sector agrícola es esencial para reducir el hambre y la pobreza, mejorar la seguridad alimentaria, crear empleos y generar resistencia ante los desastres y emergencias. Sin embargo, el gasto público en agricultura en relación con su contribución a la economía cayó entre 2001 y 2017.

      • Muchos de los pequeños productores y campesinos son pobres, cuentan con recursos y capacidades limitados, se enfrentan en forma periódica a la inseguridad alimentaria y tienen un acceso limitado a mercados y servicios. Tanto los ingresos como la productividad de los pequeños productores de alimentos son sistemáticamente inferiores a aquellos de las grandes empresas.

      • Los efectos negativos ocasionados por el clima, la inseguridad ciudadana y la disminución de la producción de alimentos contribuyeron a los altos precios de los alimentos en la región. En Centroamérica, el precio del maíz aumentó de manera abrupta a mediados de 2018, en particular debido a la preocupación por los efectos de climas muy secos durante la temporada.

      • Las turbulencias económicas también redundaron en el aumento de los precios de los alimentos en algunos países, mientras que, en otros, los bajos inventarios públicos y el aumento de los costos de los combustibles se tradujeron en precios récords.

      Oportunidades

      • La región ha avanzado sobre la base de una nueva revolución tecnológica en la agricultura, y es importante analizar en profundidad lo que significa esta transformación para evitar consecuencias negativas, por ejemplo, los impactos en el largo plazo de la ingeniería genética.

      • La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ofrece distintas oportunidades para diseñar y poner en marcha políticas que ayuden a que las cadenas de suministro alimentarias, los entornos alimentarios y el comportamiento de los consumidores sean respetuosos desde el punto de vista ambiental, cultural y social.

      • La prevención del consumo de productos obesogénicos es fundamental. La experiencia regional en el control de la producción de alimentos altos en grasas, sales, azúcares y grasas saturadas, así como en el etiquetado y las campañas preventivas para una alimentación y una vida saludable, es un punto de partida positivo para avanzar en la prevención del sobrepeso y la obesidad.

Lecciones aprendidas y buenas prácticas con respecto al ODS 2 y sus metas

      • Los países de América Latina y el Caribe comparten los desafíos de mitigación y adaptación al cambio climático, conservación de la biodiversidad y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como los riesgos de desastres y crisis en la agricultura. Pese a estos grandes retos, los países están transformando sus modelos agroproductivos tradicionales y han avanzado en la promoción de patrones de producción y consumo sostenibles de alimentos y otros bienes, a fin de garantizar su sostenibilidad, la seguridad alimentaria y los medios de vida de una población en constante crecimiento.

      • Los sistemas alimentarios pueden ser parte de la solución, ya que involucran a toda la cadena, incluidos la producción, la transformación, la comercialización y el consumo, pero requieren de una transformación profunda. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha planteado cinco principios clave: i) incrementar la productividad, el empleo y el valor agregado en los sistemas alimentarios, ii) proteger y potenciar los recursos naturales, iii) mejorar los medios de vida y fomentar el crecimiento económico inclusivo, iv) mejorar la resiliencia de las personas, las comunidades y los ecosistemas y v) adaptar la gobernabilidad a los nuevos retos.
      • En América Latina y el Caribe, el intercambio comercial ha sido fundamental para asegurar la disponibilidad de alimentos. A pesar de que la disponibilidad calórica es suficiente, se debe potenciar la producción y comercialización de alimentos que fomenten dietas saludables y que apoyen una mejor nutrición, como las frutas, las verduras y las leguminosas, que ayudan a prevenir las enfermedades no transmisibles.

      • Con respecto a la malnutrición por exceso, Chile, el Ecuador y México han implementado una reglamentación sobre el etiquetado de alimentos con un alto contenido de azúcar, sal y grasas. A esto debería sumarse la promoción de la actividad física, sobre todo entre niños y niñas.

      • En el Brasil, la política pública de salud incentiva la lactancia materna y en ese marco se desarrolla su red de bancos de leche humana, la más grande del mundo. La proyección internacional de la experiencia brasileña se tradujo en 2015 en la existencia de 301 bancos de leche humana en la región, de los cuales 218 estaban en ese país.

Recomendaciones desde América Latina y el Caribe para alcanzar el ODS 2 y sus metas

      • Es necesario redoblar los esfuerzos para implementar y ampliar las intervenciones con el fin de mejorar el acceso a una alimentación segura, nutritiva y suficiente para todos.

      • Se debe poner especial atención en aumentar la productividad agrícola y los ingresos de los pequeños productores de alimentos, implementar prácticas agrícolas sostenibles y garantizar el adecuado funcionamiento del mercado, por ejemplo, mediante la corrección y prevención de las restricciones y distorsiones comerciales en los mercados agropecuarios mundiales, a fin de limitar la extrema volatilidad de los precios de los alimentos.

      • Los pequeños productores de alimentos son una parte importante de la solución al hambre en el mundo. Es imprescindible empoderarlos para que participen plenamente en el desarrollo y así mejorar la seguridad alimentaria y reducir la pobreza y el hambre.
      • Los pequeños productores de alimentos necesitan capacitación para poder gestionar sus recursos naturales de forma sostenible, adaptarse al cambio climático y superar las barreras de acceso a los mercados, los servicios financieros y la información.

      • Sin encarar la desigualdad en materia de la seguridad alimentaria y la nutrición, no se podrá cumplir la promesa y el compromiso de no dejar a nadie atrás. Es necesario entender por qué la desnutrición, la carencia de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad tienen una incidencia diferenciada en los grupos de personas de menores ingresos, las mujeres, los indígenas, los afrodescendientes y las familias rurales.

      • En un contexto de lenta recuperación económica, la seguridad alimentaria y nutricional solo podrá alcanzarse si se fortalecen y amplían las políticas y los programas de protección social e inclusión productiva. Estos deben facilitar que el crecimiento llegue a todos los sectores de la población, reduciendo las brechas y prestando especial atención a los sectores sociales y territorios rezagados.