Manos juntas sosteniendo agua limpia de un estero
Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos

Descripción

El agua libre de contaminación, accesible para todos y en cantidad suficiente para mantener los ecosistemas es parte esencial del mundo en que queremos vivir. Aunque aparentemente hay abundancia de agua en el planeta, esta no siempre está disponible en la forma y calidad necesarias.

 

La escasez de recursos hídricos provocada por el cambio climático y una gestión inadecuada, la mala calidad del agua y el saneamiento deficiente influyen de manera negativa en la seguridad alimentaria, los medios de subsistencia y las oportunidades de educación de las familias pobres de todo el mundo. En América Latina y el Caribe, la sequía afecta principalmente a las zonas más pobladas y los países más vulnerables, recrudece la inseguridad hídrica y reduce la capacidad de producir alimentos.

 

En 2050, al menos una de cada cuatro personas probablemente vivirá en un país afectado por la escasez crónica y reiterada de agua dulce.

Mensajes clave de la región sobre los temas que aborda el ODS 6 y sus metas

      • Los conflictos relacionados con el agua se han incrementado considerablemente en los últimos años hasta alcanzar altos niveles de complejidad e impacto en las economías, el ámbito político, la estabilidad social, las poblaciones y el medio ambiente.

      • Los países de América Latina y el Caribe han experimentado en las últimas décadas un fuerte cambio en su relación con los recursos hídricos por la creciente modernización de los marcos normativos del sector hídrico, que ahora incluyen aspectos como el derecho humano al agua y el respeto al medio ambiente.
      • Muchos países podrían experimentar profundos cambios en la disponibilidad y la calidad del agua por los efectos del cambio climático. La frecuencia, intensidad y distribución espacial de las inundaciones, las sequías, los ciclones tropicales y otros fenómenos meteorológicos extremos podrían variar, y el impacto de la variación climática sería mayor en las zonas donde existe escasez de agua, gran contaminación o condiciones de alta vulnerabilidad.

    Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos en América Latina y el Caribe

    Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos en América Latina y el Caribe

    El análisis sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que aquí se presenta es el resultado de los debates que tuvieron lugar en el marco del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, convocada bajo los auspicios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Desafíos y oportunidades para la implementación, el seguimiento y el examen del ODS 6 y sus metas

    • Desafíos

      • Las mejoras en el tratamiento de las aguas residuales no han acompañado la velocidad de crecimiento de la población. Más aún, en muchos hogares pobres el acceso a los servicios de agua y saneamiento se produce mediante tecnologías que no aseguran una adecuada estabilidad y calidad: el acceso es intermitente debido a causas como las sequías o fallas en la infraestructura, y el agua no siempre se trata en forma efectiva. Esto tiene secuelas en la salud de la población, en particular los niños y personas vulnerables.

      • La mayoría de los ríos de la región presentan mayor contaminación ahora que en la década de 1990.

      • En lo que respecta al objetivo de asegurar las garantías básicas para el desarrollo de las personas, sus familias y comunidades, existe una importante brecha entre las áreas rurales y las urbanas, lo que constituye una fuente de asimetría en el acceso al agua potable y, en especial, a servicios de saneamiento.

      Oportunidades

      • A diferencia de lo que se planteaba en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), el ODS 6 incluye metas relacionadas con el medio ambiente y los ecosistemas, e impone criterios más exigentes al acceso al agua potable y el saneamiento, lo que incluye criterios de calidad.

Lecciones aprendidas y buenas prácticas con respecto al ODS 6 y sus metas

      • La importancia de los acuíferos transfronterizos es clave en los países de América Latina y el Caribe. En algunos países, estos recursos son la fuente principal de abastecimiento de agua, mientras que en otros están poco explotados. Muchos de estos acuíferos son muy importantes para los ecosistemas que dependen de ellos, como el acuífero Pantanal, compartido por Bolivia (Estado Plurinacional de), el Brasil y el Paraguay.

      • El innovador Acuerdo sobre el Acuífero Guaraní, suscrito en 2010 por la Argentina, el Brasil, el Paraguay y el Uruguay y ratificado por todos los Estados ribereños en 2018, podría proporcionar lecciones de política útiles para mejorar la seguridad hídrica en América Latina y el Caribe. El acuerdo regula lo referido a la gestión y el aprovechamiento del recurso y, pese a que aún no ha entrado en vigor, ha sentado las bases y principios para su eventual aplicación.
      • El proyecto Ganadería Colombiana Sostenible es un ejemplo de cómo los sistemas de producción silvopastoriles pueden elevar la productividad de las fincas y a la vez incrementar la prestación de servicios ambientales: mejora de la regulación hídrica y control de la erosión, aumento de la biodiversidad, almacenamiento de carbono y reducción de las emisiones de óxido nitroso y gas metano, entre otros. Después de cinco años de implementación, se ha mejorado la calidad del agua que fluye cerca de los predios, con un 72,7% menos de demanda bioquímica de oxígeno; se ha reducido la erosión de la tierra 7 toneladas por hectárea, y se ha incrementado de manera sustancial la presencia de pájaros, además de invertebrados en el suelo.

Recomendaciones desde América Latina y el Caribe para alcanzar el ODS 6 y sus metas

      • Avanzar en el logro del ODS 6 supone la gestión integrada de los recursos hídricos en todos los niveles: nacional, local, la cuenca hidrográfica e incluso mediante la cooperación transfronteriza.

      • Al privilegiar la eficiencia y la sostenibilidad en la gestión del agua es posible hacer más con menos y desvincular el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente (meta 8.4 de los ODS).

      • Es recomendable generar información con fines didácticos dirigida a las escuelas sobre la importancia del acceso a servicios gestionados de manera segura de agua potable y saneamiento, así como establecer alianzas para facilitar el intercambio de información entre los sectores de la educación, la provisión de agua y la salud con respecto al acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene.

      • Es necesario abordar la asimetría de acceso a la información y la tecnología y la brecha de capacidades que surge del insuficiente conocimiento científico y técnico del que se dispone para diseñar e implementar políticas de gestión del agua y de prevención de riesgos.

      • Se precisa duplicar el promedio del gasto en investigación y desarrollo (en la actualidad no supera el 0,7% del PIB) e incrementar la mínima fracción destinada a innovación e investigación en materia de aguas.
      • Se deben identificar las amenazas vinculadas a los fenómenos meteorológicos e hidrológicos y fortalecer las estrategias nacionales para la gestión del riesgo de desastres.

      • Es necesario focalizar el gasto en servicios de predicción y de alerta temprana, con evaluaciones de riesgo confiables, avisos oportunos y comprensibles y protocolos de seguridad para la infraestructura hídrica.

      • Si una región es privilegiada en recursos hídricos, dispone de un gran potencial para el desarrollo de un turismo sostenible y debería establecer un acuerdo regional para avanzar en ese sentido (meta 8.9 de los ODS).

      • Frente a la inequidad o la falta de inclusión, es necesario recordar que tanto el acceso al agua potable como el acceso a un saneamiento digno son derechos humanos fundamentales que deben fortalecerse, sobre todo en las zonas rurales. Es preciso que los marcos legales e institucionales de cada país reconozcan esos derechos y garanticen su goce efectivo.