Mirada esperanzadora de una niña de ojos tristes
Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo

Descripción

Erradicar la pobreza extrema para todas las personas en todo el mundo para 2030 es un objetivo fundamental de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.

La pobreza extrema, entendida como el hecho de sobrevivir con menos de 2,15 dólares por persona al día según la paridad del poder adquisitivo de 2017, ha experimentado descensos notables en las últimas décadas. Sin embargo, la aparición de la COVID-19 marcó un punto de inflexión, al revertir estos avances, ya que el número de personas que viven en la pobreza extrema aumentó por primera vez en una generación en casi 90 millones con respecto a las predicciones anteriores.

Panorama regional respecto al logro del ODS 1

      • América Latina logró avances en la reducción de la pobreza extrema (1) y la pobreza (2) entre 2000 y 2010. Posteriormente se produjeron retrocesos que alejan a esta subregión de la posibilidad de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 1. Casi un tercio de la población latinoamericana vive en situación de pobreza: más de 180 millones de personas no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas y, de ellas, 70 millones no tienen ingresos para adquirir una canasta básica de alimentos. En el Caribe, los niveles de pobreza son desiguales entre los países y, si bien no se cuenta con información suficiente para describir la tendencia de la subregión, las estimaciones disponibles indican que en más de la mitad de los países caribeños la pobreza alcanza al menos a una cuarta parte de la población (3).
      • La incidencia de la pobreza se concentra en la población infantil y adolescente, las mujeres, la población indígena y las personas que viven en zonas rurales (4). La pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos: entre sus manifestaciones se incluyen el hambre y la malnutrición; el acceso limitado a la educación, la protección social y otros servicios básicos; la vulnerabilidad a los desastres y el cambio climático; la discriminación, y la exclusión social.
      • Para abordar los problemas estructurales de la pobreza y la desigualdad, los países de la región han realizado en las últimas décadas esfuerzos dirigidos a fortalecer sus sistemas de protección social a través de políticas de expansión de la cobertura y de los niveles de sus prestaciones, lo que se ha reflejado en mayores porcentajes de la población pobre que recibe transferencias monetarias o pensiones no contributivas. Pese a ello, existen todavía amplias brechas de acceso a la protección social, y su cobertura y alcance son aún insuficientes.
      • En promedio, la región ha avanzado hacia niveles elevados de acceso a servicios básicos y, en especial, al agua potable y el saneamiento. Sin embargo, el promedio regional esconde brechas considerables entre zonas urbanas y rurales, así como entre subregiones y países. Por otra parte, a pesar de la creación de nuevos mecanismos de financiamiento y de los avances en la articulación entre la política social y la acción climática, se observa aún un progreso insuficiente en el sentido de garantizar la resiliencia institucional y social frente a los desastres.

    Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo

    Poner fin a la pobreza en todas sus formas para todos en América Latina y el Caribe

    El análisis sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que aquí se presenta es el resultado de los debates que tuvieron lugar en el marco del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, convocada bajo los auspicios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Datos clave de la región sobre los temas que aborda el ODS 1 y sus metas

      • En 2022, el porcentaje de personas en situación de pobreza en América Latina fue del 29% de la población, 1,2 puntos porcentuales menos que antes del inicio de la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19). La pobreza extrema alcanzó al 11,2% de la población latinoamericana, de modo que se mantuvieron niveles similares a los de 2019.
      • La pobreza afecta desproporcionadamente a algunos grupos poblacionales. En 2022, las mujeres en edad laboral presentaban tasas de pobreza 1,2 veces más altas que las de los hombres; la tasa de pobreza de las personas de hasta 17 años fue del 42,5% en 2022, de modo que superó en 16 puntos porcentuales la de las personas de entre 35 y 44 años; ese mismo año, la incidencia de la pobreza en la población que se autodefine como indígena fue del 43,1%, es decir, el doble de la que presentó la población no indígena ni afrodescendiente (5).
      • En 2019, solo un 46% de la población económicamente activa (PEA) cotizaba en los sistemas de pensiones (6), y en 2021 los programas de transferencias condicionadas alcanzaron al 25,9% de la población, aunque en muchos casos con bajos niveles de suficiencia (7). Los sistemas de pensiones no contributivas llegaron a cubrir en 2021 al 26,7% de la población de 65 años y más de la región. Aun con esos avances, las políticas de transferencias condicionadas y las pensiones no contributivas son insuficientes.
      • Entre 2000 y 2022 el porcentaje de la población que tiene acceso a agua potable pasó del 90,7% al 97,6%, en tanto que el acceso a saneamiento pasó del 74,7% al 89,5% de la población. Sin embargo, en las zonas rurales ambos indicadores presentaban un nivel todavía lejano al acceso universal y los avances eran más lentos en el Caribe en cuanto al acceso a agua potable.
      • En el período 2020-2022 la tendencia del gasto social del gobierno central presentó un quiebre importante, con un aumento al inicio de la pandemia y posteriormente, en 2022, un retorno a niveles cercanos a los de 2019, de alrededor de un 11% del PIB en promedio, lo que representó un ajuste mucho mayor que el observado en el período posterior a la crisis de las hipotecas de alto riesgo, en 2008.
      • En América Latina, el gasto social se mantiene como el componente más importante del gasto público total, del cual representa en promedio un 53,4%. En los cinco países del Caribe de los que se cuenta con información oficial, este gasto asciende en promedio al 42,2% del gasto público total.
      • La protección social, la educación y la salud son las funciones que representan, en promedio, las mayores proporciones del gasto social en los países de América Latina y también en los del Caribe. El gasto social en protección social alcanza un 34,9% en América Latina y un 23,1% en el Caribe; el dirigido a educación, un 34,3% y un 31,3%, respectivamente, y el destinado a salud, un 23,3% y un 29,9%, respectivamente.
      • En 2022, solo dos países de la región alcanzaban la meta de gasto en salud recomendada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) (8), si se considera el gasto del gobierno general, y ningún país la alcanzaba, si se consideran los recursos del gobierno central (9). En el mismo año, solo ocho países de la región se encontraban en los rangos recomendados de gasto en educación.

Buenas prácticas de la región respecto al ODS 1

      • La adopción de mediciones de la pobreza multidimensional se ha extendido de manera gradual en América Latina. Once países de la región (Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y República Dominicana) cuentan con una medición multidimensional de la pobreza que les permite captar la diversidad de privaciones que constituyen la pobreza, como las relacionadas con la salud, el trabajo, la seguridad social, la educación, la vivienda y el acceso a los servicios básicos.
      • La Agenda Regional de Acción por el Agua 2023 de América Latina y el Caribe, resultado principal de los Diálogos Regionales del Agua realizados ese año, constituye una valiosa recopilación de las principales ideas, esfuerzos y compromisos voluntarios relacionados con el agua, así como una contribución al progreso efectivo de los países de la región en el marco de la segunda mitad del Decenio Internacional para la Acción “Agua para el Desarrollo Sostenible” (2018-2028) y, con ello, al logro de los ODS.
      • La Agenda Regional de Desarrollo Social Inclusivo, aprobada en la Tercera Reunión de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe, en 2019, es un instrumento relevante para el fortalecimiento de la institucionalidad social como base fundamental del diseño e implementación de políticas públicas de calidad, que sean efectivas, eficientes, transparentes y sostenibles.

Recomendaciones de la CEPAL para alcanzar el ODS 1 y sus metas

      • Para seguir reduciendo la pobreza multidimensional en la región, en un contexto adverso de bajo crecimiento y lenta recuperación económica y social pospandemia, se requieren políticas públicas integrales e intersectoriales que aborden las causas estructurales y coyunturales de la desigualdad y la exclusión social, y no solo sus manifestaciones inmediatas.
      • Una combinación de medidas dirigidas a incrementar el crecimiento y reducir la desigualdad en la distribución del ingreso es clave para lograr disminuciones más significativas de la pobreza y la pobreza extrema. En particular, las políticas públicas que pongan énfasis en la reducción de las brechas de pobreza entre grupos poblacionales cumplirán un papel preponderante para mejorar las perspectivas de la región de cumplir con la meta 1.1 de los ODS.
      • En un entorno laboral de alta informalidad y precariedad del empleo es necesario promover el crecimiento inclusivo y el empleo decente, especialmente para las mujeres, las personas jóvenes, las personas mayores y los migrantes. También es importante aumentar la contribución de las microempresas y pequeñas y medianas empresas (mipymes) mediante políticas que fomenten la formalización laboral, la capacitación productiva y la participación en las cadenas de valor.
      • Para evitar la transmisión intergeneracional de la pobreza en el largo plazo es clave mejorar la calidad y ampliar la cobertura de la educación pública, a fin de aumentar las oportunidades de aprendizaje y desarrollo humano, así como avanzar en lo referente a la cobertura y la calidad de los servicios de salud pública.
      • Se requiere fortalecer los sistemas de protección social, fomentando la articulación virtuosa entre los pilares contributivo y no contributivo, para lograr la universalización y la sostenibilidad. También es necesario que dichos sistemas sean más inclusivos y sensibles al género, y que garanticen el acceso a servicios básicos y a un ingreso mínimo para las personas más vulnerables (10).
      • Es importante expandir la cobertura legal y efectiva de los seguros de desempleo en la región, que existen solamente en 10 de los 33 países, de manera que operen como una política de estabilización automática frente a crisis.
      • Es relevante integrar la gestión del riesgo de desastres con los instrumentos de protección social y de recuperación verde, para aumentar la resiliencia frente a los impactos del cambio climático y los desastres, y lograr que estos no se traduzcan en incrementos de la pobreza en sus diversas dimensiones.

ODS 1 - Notas al pie

      1. (1) La pobreza extrema es la insuficiencia de ingresos de los hogares incluso para costear los alimentos necesarios.
      2. (2) La pobreza es la insuficiencia de ingresos de los hogares para adquirir bienes y servicios que satisfagan las necesidades básicas de sus miembros.
      3. (3) Las cifras presentadas de América Latina corresponden a 18 países. Véase una descripción general de la incidencia de la pobreza en los países del Caribe en el recuadro I.2 de Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Panorama Social de América Latina y el Caribe, 2023 (LC/PUB.2023/18-P/Rev.1), Santiago, 2023.
      4. (4) Ibídem.
      5. (5) Ibídem.
      6. (6) A. Arenas de Mesa, C. Robles y J. Vila, “El desafío de avanzar hacia la sostenibilidad de los sistemas de pensiones en América Latina”, serie Políticas Sociales, Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2024, en prensa.
      7. (7) N. Figueroa y R. Holz, “Las persistentes brechas de protección social en la región”, El futuro de la protección social ante la crisis social prolongada en América Latina: claves para avanzar hacia sistemas universales, integrales, sostenibles y resilientes, serie Políticas Sociales, Nº 246 (LC/TS.2023/163), C. Robles y R. Holz (eds.), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2023.
      8. (8) En cuanto al gasto en salud, en 2014 la OPS estableció una meta del 6% del PIB como condición necesaria para reducir las inequidades y aumentar la protección financiera en el marco del acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud. Véase Organización Panamericana de la Salud (OPS), Estrategia para el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud, Washington, D.C., 2014.
      9. (9) Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Institucionalidad social en América Latina y el Caribe: eje central para avanzar hacia un desarrollo social inclusivo (LC/CDS.5/3), Santiago, 2023.
      10. (10) A. Arenas de Mesa y C. Robles, “Introducción”, Los sistemas de pensiones no contributivos en América Latina y el Caribe: avanzar hacia la sostenibilidad con solidaridad, Libros de la CEPAL, A. Arenas de Mesa y C. Robles (eds.), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en prensa.